lunes, 19 de agosto de 2013

El cierre de Lavabit


¿Por qué el fundador del servicio de correo electrónico Lavabit decidió cerrarlo repentinamente? ¿Cómo EE.UU. acaba con las empresas que se niegan a someterse a las escuchas?

Ladar Levison, fundador del servicio de correo Lavabit (que cerró el pasado día 8, 410.000 usuarios, otra consecuencia del caso Snowden), podría recibir una carta de una organización que tiene que ver con la seguridad nacional de EE.UU.: el FBI o el Tribunal de Vigilancia de la Inteligencia Extranjera (FISA, por sus siglas en inglés) que tiene todos los derechos para obligar a cualquier empresa estadounidense a participar en el espionaje generalizado, es decir, someterse a las escuchas realizadas incluso por la NSA.

Este tribunal fue fundado en 1978 tras las recomendaciones del Comité Eclesiástico del Senado para supervisar solicitudes de vigilancia contra presuntos agentes de inteligencia extranjeros dentro de EE.UU. por las agencias de seguridad federales. Durante las últimas décadas sus poderes han evolucionado y ampliado hasta el punto de que los periodistas de 'The New York Times' lo calificaron como "casi una Corte Suprema paralela".

Desde el año 2000 el tribunal examinó 21.668 órdenes para realizar espionaje (en la mayoría, procedentes de la NSA y el FBI) y negó solamente 11. Según las filtraciones de Edward Snowden, desde el año 2006 el Gobierno de EE.UU. pedía cada 90 días al Tribunal de Vigilancia de Inteligencia Extranjera renovar la orden que obliga a los proveedores nacionales de telecomunicaciones a entregar metadatos telefónicos de los ciudadanos estadounidenses.

El jefe del Tribunal, Reggie Walton, confirmó en julio pasado que los procedimientos, decisiones y motivos legales del FISA son clasificados.

Según 'The New Yorker', el tribunal puede utilizar muchos castigos tras la negativa a someterse al espionaje: multas clasificadas para cada día de incumplimiento de la orden, o incluso mandar a los ejecutivos a una cárcel secreta por desacato civil.

Los periodistas están seguros de que la situación actual de secretismo en el FISA "atrapa a las compañías en el dilema del prisionero": Microsoft no sabe si Google se resiste heroicamente a las órdenes de la NSA, respaldadas por el FISA; el jefe de Apple, Tim Cook, no sabe si el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, se enfrenta a la cárcel por luchar por la libertad.

"Ninguna empresa quiere ser la única en reconocer su cooperación bajo el PRISM y otros programas, ni tener una pinta de débil en los asuntos de la privacidad y ponerse frente a una desventaja competitiva. Es por eso que Google y otras compañías están pidiendo mediante el derecho revelar su participación. Y, por supuesto, ninguna quiere ser la primera empresa cerrada por desacato civil", escribe 'The New Yorker'.

Muy pocas empresas estadounidenses han logrado enfrentarse con el Tribunal de Vigilancia de la Inteligencia Extranjera. Por ejemplo, Yahoo resistió a las órdenes de la FISA en 2007 y 2008, confirma Walton. Pero finalmente Yahoo cedió ante la amenaza de ser cerrada por desacato civil. En cada caso, la empresa luchó para informar a los usuarios de lo que estaba ocurriendo, pero le negaron este derecho.

En una entrevista concedida a la revista 'Forbes', Levison respondió a preguntas sobre el repentino cierre de Lavabit, servicio que presuntamente empleaba el excolaborador de la CIA Edward Snowden.

El fundador de Lavabit dio a entender que está siendo acosado por las autoridades estadounidenses, en particular por la NSA, para que entregue información que probablemente ha circulado en la Red a través de dicho servicio.

Después de denunciar lo absurdo que resulta no poder criticar libremente al Gobierno de EE.UU., aseguró que ha dejado de utilizar el e-mail. "Si ustedes supieran lo que yo sé, probablemente tampoco emplearían el correo electrónico", apuntó.

Al parecer, el fundador de Lavabit recibió una orden de registro emitida por la NSA y otra judicial conocida en EE.UU. como 'gag order '(literalmente 'orden de mordaza') que prohíbe hablar del caso a las personas implicadas en él, razón por la cual no facilitó demasiados detalles respecto al cierre.
"No me corresponde a mí decidir si una investigación es justa o no, pero el Gobierno tiene la autoridad legal para obligarte a hacer cosas con las que me siento incómodo ", dijo Levison.

En una entrevista concedida a Democracy Now, Ladar Levison ha declarado que le costó mucho trabajo crear su compañía, exactamente 10 de sus 32 años. Cerrarlo fue como "sacrificar una mascota muy querida", a la cual podría "esperar y verla sufrir o dormirla tranquilamente. Tuve que elegir entre el menor de dos males". Sobre la primera opción, Levison afirma no poder hablar de ello: "Me gustaría poder hablar de ello, créeme. Pienso que si el pueblo estadounidense supiera lo que nuestro gobierno está haciendo, no se lo permitirían hacer más. Espero que los medios de comunicación ayuden a descubrir lo que sucede sin mi ayuda".

Con el cierre de Lavabit, Levison busca presionar al Congreso estadounidense para que cambien las leyes sobre la privacidad y los derechos de sus ciudadanos. Ahora mismo no se le permite hablar, incluso, acerca de lo que el gobierno exigió de él. Habiendo secreto de sumario, Levison se arriesga a ofrecer unas declaraciones, queriendo dejar claro a la gente que existe una mordaza y que hay que luchar para librarse de ella. "Hay información que ni si quiera puedo compartir con mi abogado, y mucho menos con el público estadounidense. Por lo tanto, si estamos hablando de secretismo, realmente se ha llevado al extremo y creo que está siendo utilizado por el actual gobierno para encubrir tácticas de las cuales se avergonzaría".

"Creo que si el cierre del servicio no hubiera recibido esta atención de los medios, podría estar ahora en la cárcel", dijo Levison al diario 'La voz de Rusia'. Sobre el inesperado cierre de su servicio de correo, Levison confiesa que pese a que perdió su principal fuente de ingresos y se quedó prácticamente en paro considera esta decisión la más correcta: "Creo que es importante tener en cuenta que para mí no se trataba de proteger la privacidad de una persona. Lavabit ha recibido más de dos docenas de solicitudes de información por parte del Gobierno durante sus diez años de historia", explicó.

Su abogado, Jesse Binnall, afirmó por su parte que es "ridículo" que Levison tenga que analizar cuidadosamente todo lo que dice acerca de la investigación del Gobierno. "Se supone que en EE.UU. uno no tiene que preocuparse de medir las palabras cuando habla con la prensa", señaló Binnall.

Lavabit usaba un cifrado que garantizaba el transporte seguro de información incluso a través de redes no fiables. El sistema requería el uso de la contraseña personal del usuario para descifrar el correo que llegaba a su buzón. El programa salió a la luz en 2004 en medio de las preocupaciones por la privacidad en el servicio de Gmail y se cree que era empleado por Snowden, ya que el mensaje electrónico con el que invitó a varios activistas y políticos rusos a su refugio en la zona de tránsito de un aeropuerto de Moscú procedía de un correo de ese servicio: edsnowden@lavabit.com.

En relación al ex analista de la CIA Edward Snowden, Levison dijo que siente un gran respeto por sus ideas. "Definitivamente siento que si hubiera más gente como él y yo dispuestos a resistir, a cumplir con su juramento de defender la Constitución contra los enemigos internos más seriamente, no estaríamos ahora en esta situación", dijo.


Fuente: Actualidad RT

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